22 dic 2013

Derrota en la Toba frente al filial del Avilés (3-0)

El pasado sábado en la Toba pudimos apreciar un nuevo capítulo de la famosa novela del fútbol: Los delincuentes del silbato. Ya cuando tuvimos noticia de que el árbitro era primo de unos jugadores nos temimos lo peor. Y efectivamente, así ocurrió. Dos goles en fuera de juego. Por no hablar del sinfín de entradas duras  que el Avilés hizo sin castigo alguno. No obstante, no cabe duda, el resultado es justo. El Avilés hizo gala de su condición de líder y salió a aplastar al conjunto visitante. Dispuso de infinidad de ocasiones, pero no supo finalizar. Por ello, en el minuto 42, el marcador aún marcaba 0-0. Si el árbitro hubiese anulado el 1-0 en ese minuto, ¿quién sabe qué podría haber pasado? Pero en el fútbol, como se ha visto, no sólo juegan 11 contra 11, así que tan sólo queda resignarse. En la segunda mitad, el Avilés jugó con tranquilidad y paciencia, y dominando la posesión, acabó encontrándose con los dos goles restantes.
Por último, destacar la actitud de algunos jugadores del conjunto local, que a pesar de marchar líderes en la tabla, se dedicaron a provocar a un equipo que lucha por no descender, en especial los suplentes. La semana que viene otro hueso, el Juventud Estadio B, que viene de meter 8 goles al AD Guillén Lafuerza.

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